Liberan a la mayoría de trabajadores detenidos en redada en una planta de Hyundai
ATLANTA (AP) — Autobuses que transportaban a trabajadores surcoreanos detenidos la semana pasada en una redada de inmigración en una fábrica de baterías viajaban el jueves desde un centro de detención en el sureste de Georgia hacia Atlanta, donde un avión chárter los esperaba para llevarlos a casa.
Más de 300 coreanos estaban entre los aproximadamente 475 trabajadores detenidos durante la redada de la semana pasada en la fábrica de baterías en la extensa planta automotriz de Hyundai al oeste de Savannah.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur ha dicho que un Boeing 747-8i de Korean Air que llegó a Atlanta el miércoles partirá al mediodía del jueves con los trabajadores a bordo.
Los trabajadores habían sido retenidos en un centro de detención de inmigrantes en Folkston, a 460 kilómetros (285 millas) al sureste de Atlanta.
El ministerio surcoreano confirmó que las autoridades norteamericanas han liberado a los 330 detenidos —316 de ellos coreanos— y que estaban siendo transportados en autobús al Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, donde abordarán un vuelo chárter programado para llegar a Corea del Sur el viernes por la tarde. El grupo también incluye a 10 ciudadanos chinos, tres ciudadanos japoneses y un indonesio.
Corea del Sur dice que trabajadores detenidos en Georgia fueron liberados antes de regresar a casa
El presidente surcoreano Lee Jae Myung pidió el jueves mejoras al sistema de visas de Estados Unidos, diciendo que es probable que las empresas coreanas duden en realizar nuevas inversiones en ese país hasta que eso suceda.
Funcionarios surcoreanos han dicho que estaban negociando con Estados Unidos para lograr salidas “voluntarias” para los trabajadores, en lugar de deportaciones, lo que podría hacerlos inelegibles para regresar a Estados Unidos por hasta 10 años.
Durante una visita a Washington, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur Cho Hyun se reunió con el secretario de Estado Marco Rubio, y le dijo que su país quedó con “sumamente adolorido y asombrado” porque el video de los arrestos de los trabajadores fue divulgado públicamente, informó el ministerio en un comunicado.
Cho pidió a la administración de Estados Unidos que ayude a los trabajadores a salir lo antes posible, sin ser esposados, y que se asegure de que no enfrenten problemas en futuras reentradas al país, según el comunicado.
El Ministerio surcoreano de Exteriores confirmó más tarde que las autoridades estadounidenses habían liberado a los 330 detenidos, 316 de ellos coreanos, y que estaban siendo trasladados en autobuses al aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta, donde abordarán un vuelo chárter que se esperaba llegara a Corea del Sur el viernes por la tarde. El grupo también incluye a 10 ciudadanos chinos, tres japoneses y un indonesio.
La redada masiva en Georgia y la publicación por parte de las autoridades estadounidenses de un video que muestra a algunos trabajadores encadenados y siendo trasladados provocó una indignación generalizada y un sentimiento de traición en Corea del Sur.
La redada se produjo menos de dos semanas después de una cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Lee, y solo semanas después de que los países alcanzaran un acuerdo en julio que libró a Corea del Sur de los aranceles más altos del gobierno de Trump, pero solo después de que Seúl prometiera 350,000 millones de dólares en nuevas inversiones en Estados Unidos, mientras el mercado laboral languidece en su país.
Legisladores tanto del Partido Demócrata liberal de Lee como de la oposición conservadora denunciaron las detenciones como indignantes y desmesuradas, mientras que el periódico más grande de Corea del Sur comparó la redada con una “caza de conejos” ejecutada por las autoridades de inmigración de Estados Unidos en un afán por cumplir un supuesto objetivo de la Casa Blanca de 3.000 arrestos al día.
Durante la conferencia de prensa, Lee dijo que los funcionarios surcoreanos y estadounidenses están hablando sobre una posible mejora del sistema de visas de Estados Unidos, y agregó que bajo el sistema actual las empresas surcoreanas “no pueden evitar dudar mucho” sobre realizar inversiones directas en Estados Unidos.
Lee: “No es como si fueran trabajadores a largo plazo”
Las autoridades estadounidenses dijeron que algunos de los trabajadores detenidos habían cruzado ilegalmente la frontera de Estados Unidos, mientras que otros ingresaron legalmente pero tenían visas vencidas o ingresaron con exenciones de visa que les prohibían trabajar.
Pero expertos y funcionarios surcoreanos dijeron que Washington aún no ha respondido a las demandas expresadas desde hace años por Seúl de que se garantice un sistema de visas para acomodar a trabajadores coreanos cualificados, aunque ha presionado a Corea del Sur para expandir las inversiones industriales en Estados Unidos.
Las empresas surcoreanas han recurrido a visas de visitante a corto plazo o del Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje para enviar trabajadores que son necesarios para poner en marcha sitios de fabricación y manejar otras tareas de configuración, una práctica que había sido en gran medida tolerada durante años.
Lee dijo que si Estados Unidos establece un sistema de visas que permita a las empresas surcoreanas enviar trabajadores cualificados a sitios industriales tendrá un “impacto importante” en las futuras inversiones surcoreanas en Estados Unidos.
“No es como si fueran trabajadores a largo plazo. Cuando construyes una instalación o instalas equipos en una planta, necesitas técnicos, pero Estados Unidos no tiene esa fuerza laboral y, sin embargo, no emiten visas para que nuestra gente se quede y haga el trabajo”, dijo.
“Si eso no es posible, entonces establecer una instalación local en Estados Unidos vendrá con severas desventajas o se volverá muy difícil para nuestras empresas. Se preguntarán si siquiera deberían hacerlo”, agregó Lee.
Lee dijo que la redada mostró una “diferencia cultural” entre los dos países en cómo manejan los problemas de inmigración.
“En Corea del Sur, vemos a estadounidenses venir con visas de turista para enseñar inglés en escuelas privadas de preparación —lo hacen todo el tiempo, y no pensamos mucho en ello, es algo que simplemente aceptas”, dijo Lee.
“Pero Estados Unidos claramente no lo ve de esa manera. Además, las autoridades de inmigración de Estados Unidos prometen prohibir estrictamente la inmigración y el empleo ilegales y llevar a cabo deportaciones de diversas maneras agresivas, y nuestra gente resultó atrapada en uno de esos casos”, agregó.
Corea del Sur y Estados Unidos acuerdan grupo de trabajo para resolver problemas de visas
Tras una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en Washington, el ministro surcoreano de Exteriores, Cho Hyun, dijo el miércoles que los funcionarios estadounidenses han acordado permitir que los trabajadores detenidos en Georgia regresen más tarde para terminar su trabajo en el recinto. Agregó que los países acordaron establecer un grupo de trabajo conjunto para discutir la creación de una nueva categoría de visa para facilitar que las empresas surcoreanas envíen a su personal a trabajar en Estados Unidos.
Antes de partir hacia Estados Unidos el lunes, Cho dijo a los legisladores que más trabajadores surcoreanos en Estados Unidos podrían ser vulnerables a futuras redadas si no se resuelve el problema de las visas, pero dijo que Seúl aún no tiene una estimación de cuántos podrían estar en riesgo.
La planta de baterías en Georgia es uno de más de 20 sitios industriales importantes que las empresas surcoreanas están construyendo actualmente en Estados Unidos. Incluyen otras fábricas de baterías en Georgia y varios otros estados, una planta de semiconductores en Texas y un proyecto de construcción naval en Filadelfia, un sector que Trump ha destacado frecuentemente en relación a Corea del Sur.
Min Jeonghun, profesor de la Academia Diplomática Nacional de Corea del Sur, dijo que depende principalmente de Estados Unidos resolver el problema, ya sea a través de legislación o tomando medidas administrativas para expandir las visas de trabajo a corto plazo con fines de capacitación.
Sin una actualización en las políticas de visas de Estados Unidos, Min dijo: “Las empresas coreanas ya no podrán enviar a sus trabajadores a Estados Unidos, causando inevitables retrasos en la expansión de instalaciones y otras actividades de producción, y el daño regresará como un bumerán a la economía de Estados Unidos”.
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