Demanda pretende detener cuota de $100,000 de EEUU para visas H-1B

Publicado: 4 oct 2025, 10:14 GMT-5|Actualizado: hace 5 horas
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SEATTLE (AP) — En lo que parece ser el primer gran desafío al nuevo cargo de 100,000 dólares requerido para las solicitudes de visa H-1B de Estados Unidos, una coalición de proveedores de atención médica, grupos religiosos, profesores universitarios y otros presentaron una demanda federal el viernes para detener el cobro, afirmando que ha “sumido a empleadores, trabajadores y agencias federales en el caos”.

El presidente estadounidense Donald Trump firmó una proclama el 19 de septiembre que requiere el pago del nuevo cargo debido a que, según dice, el programa de visas H-1B “ha sido deliberadamente explotado para reemplazar, en lugar de complementar, a los trabajadores estadounidenses con mano de obra menos remunerada y menos calificada”. Los cambios estaban programados para entrar en vigor en 36 horas, lo que causó pánico entre los empleadores, quienes instruyeron a sus trabajadores a regresar a Estados Unidos de inmediato.

La demanda, presentada en la Corte de Distrito federal en San Francisco, afirma que el programa H-1B es una vía primordial para contratar trabajadores de la salud y educadores. Además, impulsa la innovación y el crecimiento económico en Estados Unidos, y permite a los empleadores cubrir puestos en campos especializados, según la demanda.

“Sin alivio, los hospitales perderán personal médico, las iglesias perderán pastores, las aulas perderán maestros y las industrias en todo el país corren el riesgo de perder innovadores clave”, afirmaron la Fundación Democracy Forward y el Centro de Acción por la Justicia en un comunicado de prensa. “La demanda solicita al tribunal que bloquee inmediatamente la orden y restaure la previsibilidad para empleadores y trabajadores”.

Mensajes enviados en busca de comentarios del Departamento de Seguridad Nacional y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, que son nombrados como demandados junto con Trump y el Departamento de Estado, no fueron respondidos de inmediato.

El programa de visas H-1B fue creado por el Congreso para atraer trabajadores altamente calificados para cubrir empleos que las empresas tecnológicas encuentran difíciles de llenar. Aproximadamente un tercio de los trabajadores H-1B son enfermeros, maestros, médicos, académicos, sacerdotes y pastores, según la demanda.

Los críticos dicen que el programa es un canal para trabajadores extranjeros que a menudo están dispuestos a trabajar por 60,000 dólares anuales, muy por debajo de los salarios de más de 100,000 que típicamente se pagan a los trabajadores tecnológicos en Estados Unidos.

Históricamente, las visas H-1B se han distribuido a través de un sorteo. Este año, Amazon, con sede en Seattle, fue por mucho el principal receptor de visas H-1B, con más de 10,000 otorgadas, seguido por Tata Consultancy, Microsoft, Apple y Google. Geográficamente, California tiene el mayor número de trabajadores H-1B.

Todd Wolfson, presidente de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios, dijo que el cargo de 100,000 desalentará a las mentes más brillantes de traer a Estados Unidos investigaciones que salvan vidas.

Mike Miller, director de la Región 6 del sindicato Trabajadores Unidos del Automóvil, Aeroespaciales e Implementos Agrícolas de Estados Unidos, dijo que el plan de Trump “prioriza la riqueza y las conexiones sobre la capacidad científica y la diligencia”.

Skye Perryman, presidenta y directora general de Democracy Forward, sostiene que el “cargo exorbitante” invita a la corrupción y es ilegal. Los grupos dijeron que el Congreso creó el programa y que Trump no puede reescribirlo de la noche a la mañana ni crear nuevos impuestos por orden ejecutiva