Ayer, ante una corte, Samuel Enrique López, el asesino de haber masacrado a cuatro integrantes de una familia, incluyendo a dos niños de 12 y 2 años de edad, se declaró culpable de este brutal crimen. Él fue sentenciado a vida en prisión sin derecho a libertad condicional, una decisión que ha sorprendido y, sobre todo, indignado a muchos en nuestra comunidad.